Declaración general de Democracia Socialista

Las/los/les integrantes de Democracia Socialista acuerdan regirse según los principios enunciados en esta declaración:

1. Anticapitalismo. Consideramos que los grandes males que afectan a la humanidad (pobreza, explotación, desigualdad, desempleo, subdesarrollo, diversas formas de opresión y discriminación, destrucción ambiental, entre otras) son resultado o están entrelazados con las estructuras del capitalismo y no pueden abolirse sin abolir dicho sistema económico. Somos, por tanto, anticapitalistas.

2. Socialismo. Aspiramos a una sociedad en que las fuentes de riqueza, que en la actualidad son monopolizadas por una minoría, se conviertan en propiedad de todas y todos, en propiedad común que se administre democráticamente para el bienestar de las personas y respetando, por tanto, el entorno natural sin en el cual la vida es imposible. Socialismo es el nombre que históricamente se le ha dado a esa aspiración. Somos, por tanto, socialistas.

3. Democracia. El socialismo a que aspiramos es por definición democrático. Incluye el derecho del pueblo a gobernarse a sí mismo, a elegir sus gobernantes, organizar partidos y sindicatos, debatir públicamente todos los temas que afectan su vida política, social y económica. Este principio es igualmente válido en las luchas actuales: se traduce en la lucha contra las burocracias y por sindicatos, partidos y organizaciones sociales democráticas.

4. Independencia. Creemos que la población de Puerto Rico, sometida a gobiernos coloniales desde hace siglos, debe gobernarse a sí misma, autoorganizándose como república independiente, abierta a la colaboración y el estrecho contacto con todos los pueblos del mundo.

5. Clase trabajadora y todos los sectores oprimidos. Consideramos que la clase obrera y todos los sectores discriminados y oprimidos son el agente capaz de reemplazar el capitalismo por una nueva sociedad.

6. Contra todas las formas de opresión. Nos oponemos, no sólo a la explotación del trabajo sino a todas las formas de opresión racial, de género, de identidad de género, edad, origen nacional, status legal o migratorio. Reconocemos la importancia de que las y los que sufren algún tipo de opresión se organicen para denunciarla y combatirla.

7. Internacionalismo. Consideramos que la creación de una nueva sociedad es un proyecto internacional que exige la colaboración de todos los pueblos. Esa colaboración se inicia desde el presente con la colaboración y el apoyo mutuo de las luchas de los trabajadores y oprimidos de diversas culturas y nacionalidades. Esto incluye destacadamente la lucha contra las manifestaciones de xenofobia o los ataques a los inmigrantes.

8. Organización socialista. La lucha por el socialismo, la independencia, contra todas las formas de opresión, por el internacionalismo y la democracia exige que las y los que apoyan tales objetivos se organicen como socialistas para coordinar sus esfuerzos, determinar políticas a seguir, hacer propuestas, tomar iniciativas y formar nuevos activistas en las ideas, contribuciones teóricas y la historia del socialismo y de las luchas obreras, de la mujer, ecológicas, etc.

9. Programa de transición. No podemos conformarnos con reformas a la sociedad existente, por un lado, ni con declaraciones revolucionarias abstractas, por otro. Las grandes mayorías aprenden a cuestionar la sociedad existente y descubren su capacidad para transformarla a través de la experiencia y la práctica propia. Para guiar tales experiencias se necesita elaborar y difundir un programa de transición, que sea comprensible a las grandes mayorías con su nivel de conciencia actual, pero que les permita descubrir los límites que el capitalismo coloca a sus aspiraciones de bienestar.

10. Frente único. Las tareas de enfrentar efectivamente los ataques de las clases poseedoras y de desarrollar experiencias que permiten desarrollar la organización y conciencia de las mayorías trabajadoras imponen la necesidad de que todas las organizaciones obreras, sociales, estudiantiles, de mujeres, ambientales, comunitarias actúen conjuntamente contra el enemigo común, independientemente de las posiciones de sus líderes en determinado momento. Proponemos el frente único. Estamos dispuestos a trabajar con los que no están de acuerdo con nuestras ideas, por el bien de la clase trabajadora y de todos los oprimidos. ¡Marchemos separadamente, cada cual con sus ideas, pero no dejemos de golpear juntos al enemigo común!

11. Vínculos internacionales. Nuestra organización entiende que el internacionalismo debe traducirse en la comunicación e intercambio de experiencias y, cuando sea pertinente, la coordinación de esfuerzos de organizaciones de distintos países. Mantendrá por tanto relación solidaria con la Cuarta Internacional, cuyos principios coinciden con los nuestros.